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domingo, 4 de mayo de 2014

MI CITA, POEMA Y CUENTO: MARIO Y EL DÍA DE LA MADRE, DEL 04 DE MAYO DEL 2014. DÍA DE LA MADRE.


Querido hijo...


TODA MADRE ES UN REFUGIO DE AMOR PARA SUS HIJOS.

Meditémoslas.

Medito a la mía que sufre en silencio la pérdida de mi hermana.

CUENTO: MARIO Y EL DÍA DE LA MADRE.

Dentro la escuela de Bosque Adentro la actividad diaria se había agitado en las aulas con la eminente llegada del día de las madres...

—¡Silencio niños! —Margarita, la directora y profesora de Mario acompañó la llamada de atención con dos fuertes palmadas sobre su mesa—. ¡Niños, niños, si no me atendéis no prepararemos nada para el día de la madre —elevó el tono de su voz y el silencio tan añorado se hizo luz en su agitada cabeza—. Así me gusta, como niños buenos, todos en silencio para anotar las ideas con orden en la pizarra. ¡Bueno!  Y ahora que levante la mano quien quiera dar una idea.

La respuesta y los movimientos encorsetados en los asientos fue unánime, pues todos niñas y niños querían dar su opinión.

—Paula habla tu primero —la educadora dio voz a la menos inestable de la clase y a la vez a la más tímida...

—Yo... —dudó en el último instante si hablar o permanecer callada—.Yo...  —Margarita la alentó con un: “no tengas miedo tu propuesta será tenida en cuenta”— Yo creo que deberíamos dar una fiesta donde le demos regalos a nuestras mamás...

Margarita anotó en la pizarra la primera propuesta arropada por el murmullo de aprobación del resto de la clase.

—Ahora te toca a ti Jorge —dio paso al más inestable de la clase.

—Yo creo que deberíamos dar una fiesta —delante de él se oyeron risas, cosa que molestó a su ego masculino, pero la actitud grupal que fue sonoramente reprendida por la educadora con un: “Niños dejad que se exprese”...

—Eso ya lo ha propuesto Paula Jorge —acentuó el tono cariñoso—. ¿No tienes algo más que añadir?

—Sí, señorita... Que se den regalos...

Las risas volvieron a florecer, con más intensidad, delante de Jorge porque detrás de él no había nadie ,solamente la pared que lindaba con el patio y éste preso de la rabia se sentó de un golpe. Expresión corporal que detuvo las risas de un seco porrazo.

—Niños no debéis de reíros de los compañeros. Eso está mal o es que nunca os habéis equivocado en algo... Haber que toda la clase pida perdón a Jorge en voz alta...

—Pero “seño” yo no me he reído —Andrés “el pelirrojo” mintió para evitar que Jorge la pudiese coger con él...

—No importa Andrés de igual manera todos nos disculparemos diciendo: Jorge acepta nuestras disculpas... Venga... Una, dos y tres...

El mensaje llegó alto y claro al perjudicado, pero esta actitud cívica y educadora no caló en aquel niño duro de roer sentimentalmente, más aún acrecentó su sed de venganza...

—Ahora tu Mario...

Mario se levantó y dijo en tono contenido dijo:

—Que la fiesta se celebre este domingo día cuatro y que los regalos se los demos en ella...

—Muy bien Mario —acarició verbalmente la propuesta la educadora— anotémosla debajo de la que ha hecho Paula y a partir de ese instante: Que si el regalo tiene que ser una tarjeta, que si en la fiesta tiene que haber refrescos, que si también se podía traer a los padres, etc...

Llegados el domingo, día cuatro, todo estaba preparado en el cole y las madres, y padres, se agolpaban, junto a sus hijos en la puerta de entrada hasta que ésta se abrió y padres e hijos entraron, ordenadamente, al patio de la escuela Bosque Adentro.

—Mamá, mamá, te gusta como hemos preparado las mesas y cómo hemos decorado el patio —Mario tiró de Sonia dejando tras de sí a su padre el cual se limitó a seguir sus pasos saludando cordialmente a todo aquel que se topase con él.

La fiesta transcurría normalmente los padres intercambiaban palabras mientras degustaban de los manises, papas fritas, aceitunas, papas arrugadas, quesos de las siete islas, pellas de gofio, paellas, ensaladillas rusas, salpicones y varias clases de refrescos que habían traído ellos mismos el día anterior. Cuando de repente dos toques de micro reclamó su atención.

—Estimadas madres, y estimados padres, —Margarita aclaró el tono de su dulce voz— ha llegado la hora de entregarles los regalos que han preparado sus hijos en clase para este día... A ver niños que cada uno recoja de su aula, en silencio y despacito, el regalo para su madre y se ponga en esta parte del patio, señaló a su derecha, —algunos alumnos, el primero Jorge, salieron corriendo como voladores—, he dicho despacito —subrayó la directora y surtió efecto—, y las madres y padres en esta otra, señaló a su izquierda.    

Una vez todos estaban en los lugares señalados en el patio la directora fue llamando, por orden alfabético, a los alumnos de su clase y el primero en entregar el regalo fue Jorge que entregó a su madre una casa, en forma de corazón, hecha de palillos, seguido fue Paula que le entregó a su madre una rosa hecha de papel, después vino Andrés, “el pelirrojo”, que le regaló una caja de madera con la leyenda "te quiero mucho" y así, uno detrás de otro, hasta llegar el último, último por petición propia, Mario, que se puso delante del micro sacó una tarjeta hecha de cartulina rosa, color preferido de su madre, la abrió y leyó lo que había escrito para ese día:

—Pensamiento:

Toda madre es un refugio de amor para sus hijos.

Poema para mi madre:

Mi mamá es muy, muy guapa.
Tiene un pelo, suave, bonito...
Una cara cariñosa y preciosa
y también un dulce sonido.

Mi madre huele a una rosa.
Me arrulla con mucho cariño.
No me grita nunca y me mima  
porque soy muy buen hijo.

Mi mamá me lleva a la escuela.
Me cuida por el largo camino.
Me recoge cuando llega la hora
y me cuenta cuentos divertidos.

Cuanto quiero a mi hermosa mamá...
A mi papá todos los días se lo digo
y él, removiendo mi pelo, me contesta: 
“Y yo bendigo el día que se casó conmigo”

Con mucho amor a mi madre Sonia.

Aquellas palabras escritas y pronunciadas por un niño de tan solo siete años sacudió a los allí presentes que se desmigajaron en mil elogios. Cosa que no gustó a Jorge, pero eso, eso forma parte de otro cuento...


(Alejandro Dieppa León mi frase, poema y cuento de mi serie Meditando en un templo Shaolin)
Foto de mi álbum personal...

Alejandro Dieppa León.
Por una sociedad mejor,
por un mundo más justo.

Derechos de propiedad intelectual literarios y de imagen reservados al y del autor: Alejandro Dieppa León.

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